DEPRESION

Hola a todos! Que bueno estar escribiendo acá nuevamente. En esta ocasión intentaremos profundizar un poco más sobre la depresión, trastorno que lamentablemente predomina cada vez más en nuestras poblaciones. Las cifras de la OMS muestran que 300 millones de personas conviven con este trastorno y que es la principal causa de discapacidad. Empecemos con entender un poco de qué hablamos cuando hablamos de depresión: hablamos de un trastorno que afecta principalmente el estado de ánimo, en donde predomina un ánimo decaído, la emoción tristeza y la sensación de vacío la mayor parte del tiempo.

Generalmente la mayoría de las personas usamos el término “depresión” para referirnos a alguien con mucha tristeza o que tiene una mirada negativa y triste de la vida, y si bien esto puede ser una manifestación de este tipo de trastornos, hay también más síntomas que forman parte del cuadro. Primero distinguimos tristeza patológica y la emoción normal y esperable: la tristeza es una emoción que tenemos todas las personas y que puede activarse por distintos motivos y según eso, tendrá su intensidad y duración. Esta emoción afecta el ánimo general, la motivación y algunas actividades pero de manera leve y corta en el tiempo.

Cuando dicha emoción se transforma en patológica, su intensidad y duración se exceden y comienza a traer dificultades en la vida cotidiana, asume el carácter de trastorno o enfermedad y requiere de tratamiento. La depresión se subdivide en distintos cuadros, con síntomas diferentes, y para esto es necesario consultar a especialistas (médicos psiquiatras y psicólogos) para obtener un diagnóstico preciso y delinear un tratamiento adecuado. Sí es preciso que sepamos que un cuadro depresivo tiene las características nombradas anteriormente y que, además, pueden manifestarse otros síntomas, como la pérdida de interés en las actividades habituales, la incapacidad para sentir placer (ausencia de disfrute) insomnio o deseos de dormir mucho, fatiga y pérdida de energía. El apetito puede sufrir modificaciones, estar aumentado o disminuido, generando en ambos casos modificaciones en el peso corporal. La disminución del interés social, que desemboca en un aislamiento de la persona, es un síntoma posible y que muchas veces se asocia a otras causas. Hay una pérdida de interés en las actividades habituales, una pérdida de sentido, una visión negativa del mundo actual y de futuro, ausencia de proyectos y de motivaciones. El sentimiento de culpa y los reproches se intensifican. Todo esto se va expresando en el discurso de la persona, en una charla, en un intercambio de palabras. Cuando, por diferentes motivos, una persona está viviendo todo esto pero no lo expresa (digamos que “lo oculta”) son sus conductas las que pueden dar una señal de alarma: retraimiento, aislamiento, desánimo, apatía, desinterés, inactividad. Cómo ayudamos a alguien con depresión? Primero entendamos que la depresión no es una elección. La persona lucha contra este trastorno y a su vez no tiene fuerza para hacerlo. Segundo, no se cura sola ni por arte de magia, y mucho menos por un “ponerle ganas”. Necesita tratamiento tanto psiquiátrico como psicoterapéutico. Podemos acompañar a buscar esa ayuda y acompañar estando ahí, para lo que necesite, sabiendo que la persona está atravesando ese proceso y que si bien no está en nuestras manos la solución, si podemos estar al lado. Recomiendo el video “Yo tenia un perro negro” de la OMS, pueden verlo en YouTube, para comprender mediante metáfora, un poco más la depresión. Gracias por leerme!